En un viaje inolvidable, donde recorrí junto a mi hermano lugares muchas veces creídos inalcanzables, donde conocimos las realidad más increíbles junto a personas maravillosas, conocí además a alguien que me hizo… no sé, en un par de días me ayudó a olvidar la realidad, me hizo olvidar de que en algún momento tendría que regresar a mi lugar, alguien que me ayudó a disfrutar lo más simple del viaje emprendido.

Es necesario describir el lugar en donde estábamos, porque ayudó mucho para darle importancia a esta historia, que en otro contexto hubiese sido sin mayor, como decirlo… significado.

Era un lugar cálido, árido y con un ambiente muy “sabroso” (nos encontrábamos en la costa de un país X en una ciudad X con personas X). Las personas que ahí vivían eran muy prendidos, muy talentosos para bailar, cantar y festejar, todos los viajeros que llagaban hasta la ciudad X lo hacían con el afán de conocer sobre la cultura de estas personas X que brillaban y deslumbraban a cualquiera que los conociera.

Y ahí ocurrió esta historia, donde sin esperar…lo, conocí a alguien X que también venía de un país X, de una ciudad X, se paseaba con su compañero de viaje, su guitarra y cajón peruano al hombro, sus poemas y su tatuaje recién hecho.

Fue raro el momento del primer encuentro, miradas tímidas de mi parte, una conversación un tanto absurda, que acompáñame a comprar cigarros, que me regala un dulcesito, que sentarnos juntos, que cantemos, que no nos separemos…

Risas simpáticas, besos dulces, cariños tiernuchos, bailes graciosos, canciones bellas, conocernos, descubrirnos, caminar juntos, girar imbécilmente, perdernos en la ciudad X, desesperarnos por las picaduras, dormir, tomar cerveza con bombilla, olvidarnos del tiempo… aunque fue un ratito nos olvidamos de eso que se llama tiempo.

A pesar de que para nosotros todo estaba inmerso en un supuesto stop, la vida alrededor andaba más rápido que nunca… así sin más fue el chao. Tal vez jamás nos volvamos a ver, tal vez nos veamos en un viaje nuevamente en algún lugar X de Latinoamérica o del mundo, tal vez si nos llegamos a ver nuevamente ni nos reconozcamos… pero eso da igual, lo importante es que pasó lo que pasó, compartimos, nos ayudamos, nos conocimos, nos reimos de lo agrio y dulce de la vida.-